Ese día nos fuimos como otras salidas de pesca en Cabo Rojo, subimos a nuestros kayaks y empezamos a recorrer los casi 6 km que separar el arrecife "La blanquilla" de Cabro Rojo, ya veiamos cerca la baliza del arrecife cuando decidí tomar un poco de agua, abro mi hielera que siempre llevo en la zobna de carga de mi kayak y para sorpresa mia me doy cuenta que no traia agua, ¡estaba vacia!.
Victor que iba conmigo tambien se dio cuenta que solo traia una botella de "Gatorade" así que empezamos a planear que hacer. Ahí fue cuando nos percatamos del barco camaronero que estaba fondeado cerca del arrecife y decidimos acercarnos.
Habia una persona en la cubierta y me imagino que le llamo la atención nuestros kayaks y llamo a su amigo para vernos, saludamos y nos preguntaron que que haciamos en esas "lanchitas", le dijimos que veniamos de cabo rojo para pescar en la blanquilla, y nos contestarón con un coloquial "¡Asú mecha!", ¡desde cabo rojo en esas lanchitas?.
cuabndo les comentamnos nuestro problema con el liquido vital, enseguida nos pasaron una botella de coca cola de 2 litros llena de agua, gracias a esas personas no tuvimos que regresar con esa sensación tan desagradable de tener mucha sed.
El regreso aunque fue un poco movido por que empezó a hacer viento y el mar se puso feo, regresamos con una sonrisa en los labios y agua en el cuerpo, ya que la razón por la que el camaronero se fondeo en el bajo fue por ese mismo viento, si el clima hubiera estado mejor, el camaronero no hubiera estado fondeado y nos hubiera costado más trabajo regresar.
Fue nuestro "Angel con redes"
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